El intendente de Tolhuin, Daniel Harrington, analizó los resultados de las elecciones legislativas y llamó a la autocrítica dentro del espacio Defendamos Tierra del Fuego, tras una jornada en la que La Libertad Avanza se impuso a nivel provincial y nacional. En diálogo con medios locales, el jefe comunal reconoció la necesidad de “modernizar el discurso” del campo nacional y popular, y cuestionó las acusaciones internas que surgieron desde Fuerza Patria luego de los comicios.
“Si realmente queremos construir una alternativa, primero hay que serenarse, pensar los resultados con madurez y dejar de buscar culpables”, sostuvo Harrington.
“El balance es positivo: consolidamos un espacio provincial”
El intendente consideró que Defendamos Tierra del Fuego realizó una buena elección, alcanzando casi 20 mil votos en toda la provincia. “Fue una campaña corta, de 60 días, en la que presentamos candidatos en todo el territorio. El resultado nos deja bien posicionados como una fuerza que se plantó entre dos espacios nacionales”, afirmó.
Para Harrington, el crecimiento de La Libertad Avanza y el desempeño del espacio libertario en la provincia obligan a los sectores del peronismo fueguino a repensar estrategias. “Está claro que hay un afianzamiento del mileísmo. Desde el campo nacional y popular tenemos que crecer, abrir el diálogo y modernizar nuestra manera de comunicar y gestionar”, planteó.
Cruces con Fuerza Patria: “No puede ser que la autocrítica siempre la tengamos que hacer nosotros”
Consultado por las críticas que recibió desde Fuerza Patria —cuyo sector responsabilizó a Harrington y a Martín Pérez por la falta de unidad—, el intendente respondió con dureza pero sin romper del todo los puentes.
“Durante toda la campaña se nos atacó mediáticamente, se buscaron formas de subyugación, no de unidad. Y cuando no hay una verdadera vocación de construir colectivamente, es imposible llegar a acuerdos”, aseguró.
Harrington también pidió evitar las reacciones impulsivas poscomicio. “Entiendo que en la efervescencia se digan cosas, pero hay que enfriarse. No se puede salir verborrágicamente a acusar a otros de traidores cada vez que el resultado no acompaña”, expresó.
Autocrítica y futuro del peronismo fueguino
Durante la entrevista, el intendente coincidió con los periodistas en que existe un desgaste del discurso tradicional del campo nacional y popular. “Hay que modernizar el mensaje, hacerlo más cercano a lo que los vecinos realmente necesitan. No podemos seguir hablando en abstracto cuando la gente quiere soluciones concretas”, sostuvo.
También reconoció que La Libertad Avanza logró captar parte del descontento social: “Muchos fueguinos comparten algunas reformas que propone el oficialismo nacional. Eso marca una tendencia que no podemos ignorar. En Tolhuin perdimos por poco más de 300 votos, y eso también es un llamado de atención”.
Gestión local y vínculo con la provincia
Harrington evitó confrontar directamente con el gobernador Gustavo Melella, pero admitió que la relación institucional ha tenido tensiones. “Venimos recibiendo fondos con dificultad, y eso tiene que ver con el ajuste nacional que impacta en las provincias y los municipios. Si eso se profundiza, obviamente será un desafío mayor”, señaló.
En cuanto a la situación energética, el intendente reconoció que los cortes de luz durante la campaña generaron malestar en la población. “El enojo era real. Estuvimos a disposición de la DPE todo el tiempo, pero aun así se nos trasladó responsabilidad. Eso también pesó en las urnas”, admitió.
Análisis: señales de madurez y reposicionamiento
Las declaraciones de Harrington marcan un tono distinto dentro del peronismo fueguino. Frente a las acusaciones cruzadas tras la derrota, el intendente optó por un discurso autocrítico, moderado y enfocado en la reconstrucción de una alternativa.
Su llamado a “modernizar el discurso” y “recuperar el diálogo” refleja el intento de Defendamos Tierra del Fuego de consolidarse como un espacio provincial propio, con proyección más allá de las estructuras tradicionales del PJ.
En un escenario donde el mileísmo avanza incluso en el sur más austral, el mensaje de Harrington combina realismo y voluntad política: aceptar la derrota sin negar la gestión, y volver a tender puentes donde otros levantan muros.