El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privados, Luis Sosa, negó que exista un escenario de despidos masivos en el sector, aunque reconoció que algunos trabajadores aceptaron retiros voluntarios ofrecidos por YPF. Explicó que “no hay despido masivo, como están diciendo” y que el número de desvinculaciones “no llega a 40”, aunque aclaró que muchos aceptan acuerdos porque “cada trabajador sabe hasta dónde le puede interesar la parte económica”.
Sosa detalló que la petrolera está ofreciendo “el 100% más un 20% adicional” por año de antigüedad, lo que permite que algunos cobren cifras muy altas según trayectoria y salario: “hay compañeros que han cobrado más de 200 millones”, señaló. Sin embargo, advirtió que la salida laboral fuera del sector es casi nula y que “muchos no quieren saber nada del arreglo porque están sabiendo que a la vuelta de la casa no hay trabajo”.
Sobre la situación de Roch, afirmó que la empresa pretendía devolver áreas al Gobierno provincial, pero que la propuesta habría sido rechazada porque “creo que Roch le estaba debiendo al gobierno parte de la regalía” y no contaba con los fondos necesarios. Aun así, sostuvo que los trabajadores de la operadora “están cobrando en tiempo y forma”, aunque la incertidumbre persiste.
Consultado por el rol de Terra Ignis, Sosa indicó que la empresa estatal “se está haciendo cargo del área que YPF cedió” y que deberá sostener la operación hasta que lleguen tiempos de mayor inversión. “Si Terra Ignis tuvo el coraje de afrontar lo que se viene, también tiene que recuperar parte de la deuda que les deja la inversión”, remarcó, sin arriesgar cuál podría ser la futura empresa asociada.
Finalmente, sobre la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional, el dirigente fue tajante: “el borrador es muy complicado y no estamos de acuerdo”, aunque reconoció que muchos de los trabajadores que hoy la cuestionan “son los mismos que votaron a este gobierno”. Sosa planteó que cualquier postura gremial dependerá del contexto político: “primero hay que ver qué opinan los gobernadores, porque lamentablemente todo se mueve donde hay plata”. Además cuestionó la falta de diálogo de los legisladores provinciales, asegurando que “están en su guarida y se olvidan que tienen que venir a la fuente”.
